lunes, 27 de agosto de 2007

Reflexiones Veraniegas

Todo llega a su fin y el verano no iba a ser menos, por supuesto.

Este año he tenido la oportunidad de poder viajar a lugares que antes no me imaginaba que llegaría, me he permitido el lujo de visitar sitios y amigos, compartiendo ideas, opiniones, preocupaciones, desviaciones alcohólicas y demás virtudes...

Mentiría sino dijese que me preocupaba como iba a enfrentarme a este verano, debido a que el anterior fue "demasiado" bueno como para saborearlo con tranquilidad, y claro, temía que este verano que se presentaba no fuese ni la mitad de bueno que fue el anterior. Pero para mi escéptica sorpresa, ha sido uno de los más fructíferos, donde he aprendido a afrontar miedos pasados y mirar hacia delante, sacando a ostias limpias lo mejor de cada momento.

Comencé mi verano con un mes de retrospectiva hacia mí mismo, atrapado en cuatro paredes que me susurraban al odio cada vez que deseaba algo, recordándome hechos, personas, amores y desolaciones pasadas. Supe hacer borrón y cuenta nueva... hay que seguir adelante.

Luego me fui a mi playa, la cual siempre me recibe de la mejor forma posible, tranquilidad, sol, tiempo para mi, y si a eso le añadimos que pudo venirse una amiga mía (Saray) mejor que mejor. Pude otear el horizonte sin miedo, preocuparme por menos cosas que hubiese deseado, desviar la mente y el corazón, y convivir un poco con la familia, que siempre viene bien.

Gracias Saray y a mi Hermana.


Despues cojí mi mochila de viaje y me dirigí rumbo a Córdoba, donde me esperaban viejos amigos, con los cuales comparto muchas cosas, se me hizo algo extraño como el paso del tiempo no influía en el comportamiento de los que realmente te aprecian y se preocupan por ti. Fue una experiencia muy importante para mi, porque aún tenia ese sentimiento de soledad en mi interior, y al descubrir que no era así, me lleve una grata sorpresa.

Gracias Manolo, Hector, Migue, Irene y Tigroso.


A continuación, me dispuse a irme a Cadiz, a un albergue juvenil (aun sigo siendo un niño ?) por segunda vez consecutiva, con mis amigos de casi toda la vida, o por lo menos de estos 3 años para atrás, fueron unos días muy amenos, tranquilos y porque no, de puta madre. Pude estar hablando con mi amiga de 15 años de amistad, de como le va su vida, ahora que no la veo, estar con nuevos amigos muy simpáticos y nutrientes, viendo el paso del tiempo y saborear la satisfacción de que, tus amigos siguen iguales contigo, y siguen siendo fieles a si mismos.

Gracias Irene, Alberto, Sergio, Roberto, Isa, Javi, Cesar y Troy.


Más tarde me fui otra vez para Cadiz, capital. A visitar a nuevos amigos, estuve como tres dias viviendo en una casa fantastica, con una genial anfitriona, la madre de un amigo mio. Me fui con un amigo mio de aqui, de Sevilla. Estuvimos casi todas las tardes en casa, hablando, o viendo videos, discutiendo cosas, la moral, las decisiones, dando todos nuestros puntos de vista, a la noche una de desvariaciones psicotrópicas que siempre vienen bien, risas y deduciones logicas como que el "plasma" es un elemento... me lo pasé de arte. Estuve tranquilo al ver que mis nuevos amigos estaban bien y tranquilos... algo dudosos, pero ¿quien no lo a estado nunca?.

Gracias a Alex, Juan y Andres.


Por ultimo, había una idea en mi cabeza, de poder ir a visitar Madrid, y la oportunidad calló del cielo sola, puesto que una amiga mía, tenía que ir para allá, para solucionar unos asuntillos de su vida personal. Yo sin dudarlo me ofrecí a acompañarla.
Madrid es... algo así como una ciudad que casi nunca duerme, aconstumbrado a Sevilla, me sentía como Federico García Lorca en "Poeta en nueva York", descubriendo una ciudad que escondía algo más que grandes edificios, voluminosos carteles, parques o un metro lleno de dudas y lineas fantasmas. También tuve la suerte de poder visitar a tres amigos que estaban allí durante un tiempo, grandes personas a su manera, dispuestas a escuchar y aguantarme.
Pude ver el museo del "Rey León" gracias a un amigo y deleitarme con las cosas que aun no sabia que podrían existir de este Film.
Creo que me impresionó más las personas que conocí por Madrid, que Madrid en sí misma.

Gracias Oscar, Fernando y Hector.


En fin, lo bueno se acaba, pero ahora sólo me quedan los recuerdos, que eso nunca se acabará, seguiré echando las monedas en la maquina de recuerdos.


Espero acabar algun dia como este perro.... viejo y cansado.