martes, 8 de abril de 2008

Aún recuerdo cuando la música me hacia sonreír

Y es que ya quedan tan pocas cosas que no me hacen sonreír de alegría o de complacencìa y no entiendo el porqué, cuesta discernir cuando uno tiene que ver el vaso medio lleno o medio vacío. Siempre me da por la raíz melodramática cuando me pongo a escribir quizás la escritura sea el espejo del alma o sólo un método de desahogamiento vulgar y mezquino.

Pero es cierto ya no sonrio como antes, solo sonrio para hacer ver que aún sigo aquí dando todo lo mejor de mí y demostrando a personas que no pueden derribarme. Pero incoscientemente me autoengaño y siempre creo que mi vida podría ser un poco mejor de lo que es ahora mismo y vuelvo a ser el pez que se muerde su propia cola.

Sería feliz sólo con volverte a mirar a través de mis sabanas una vez más, poderte acariciar mirando como se te eriza el pelo a cada centímetro de tu piel, escuchar como me pedías que juntásemos nuestros demonios interiores aquella noche, el placer de conquistarte, los monosilabos secos que salían de tu boca al tocar fondo, el sentir tu aliento en mí nuca al dormir y sobretodo el despertar... el poder ver como dormías tranquilamente y sin ningun tipo de preocupación.

Y saber que me sobran las palabras para poder hacer ver lo que en su día, te prometí que no haría y que gustosamente volvería a hacer, porque siempre me tendrás aquí y nunca volveré a hacer que llores por dentro, no por mi culpa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Son mas de las 6 de la mañana y aun no he podido dormir. Me acabo de levantar de la cama pensando...y llorando, pero esta vez no x dentro, esta vez las lagrimas si recorren mi rostro, esta vez si consigo desahogarme, sacar fuera lo que aún llevo dentro. Ahora en el ordenador me puesto a ver fotos consciente del efecto q iban a producir en mi en este momento, aprovechando que estoy preparado para desahogarme... y mis sospechas se han cumplido, y el efecto que deseaba se ha producido.
Sólo quiero darte las gracias, tengo muchisimos recuerdos y con todos los que me quedo son buenos.
El tiempo quizás a veces desgaste, otras destruya y otras fulmine, pero también a veces el tiempo puede ser aprovechado para pensar, reflexionar y aprender sobre los errores, y en ese caso puede recuperar cosas u ofrecer otras nuevas...
Y me da igual lo que me digan o si piensan que soy ridiculo, sólo tu y yo sabemos lo que nos hemos dicho sin palabras...